El Martín Carpena latía anoche al son del canario más escuchado del momento. Con todas las entradas vendidas desde hace meses, miles de voces se unieron alrededor de un escenario colocado en el centro de la pista, que convertía el concierto de Pedro Luis Domínguez Quevedo en una experiencia de 360 grados. No había un frente ni un fondo, solo un rectángulo perfecto donde el artista iba de un lado a otro para corresponder a cada sector, a cada mirada expectante, a cada mano levantada. Fue el primero de su doblete en Málaga, y desde el inicio quedó claro que la ciudad le esperaba con la misma intensidad que el calor del final del verano.

El Buenas Noches Tour arrancó con una intro mientras el artista se abría paso por un pasillo hacia el escenario . Kassandra fue la encargada d

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