La cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) que se celebró recientemente en la ciudad china de Tianjin reunió a líderes de grandes potencias como China, Rusia y la India, captando la atención internacional y consolidando al bloque como un importante polo estratégico a nivel de los BRICS, escribe Kanwal Sibal, exsecretario de Asuntos Exteriores indio y exembajador en Moscú, en un artículo de opinión para RT.

La OCS "ha adquirido un perfil más destacado a nivel internacional" y "será vista tras la cumbre de Tianjin como parte de una dinámica a favor de la multipolaridad ", sostiene el exdiplomático.

"Mensajes" de China

Sibal señala que la cita de este año atrajo la atención de Occidente "como ninguna cumbre anterior", con el megadesfile militar de Pekín, que fue un "mensaje" para disuadir a EE.UU. de controlar el Pacífico y un aviso para Taiwán , con el que demostró su capacidad para "frustrar militarmente cualquier intento de independencia de la isla".

Además, "envió un mensaje a los países de la región: China, dotada de un formidable poder militar, no abandonará sus reivindicaciones territoriales en los mares de la China Meridional y Oriental", apunta.

EE.UU. no es la única opción para la India

La participación en la cumbre del primer ministro indio, Narendra Modi, que viajó a China por primera vez en siete años, "generó un interés sin precedentes" entre "los círculos políticos" de EE.UU. en medio de las "graves" tensiones entre Nueva Delhi y Washington por la guerra comercial promovida por el presidente el país norteamericano, Donald Trump, afirma Sibal. 

La presencia de Modi se interpretó como "un mensaje a EE.UU. de que la India contaba con más opciones políticas en el ejercicio de su autonomía estratégica ", dice.  

"En las últimas dos décadas, EE.UU. ha visto a la India como un socio para contrarrestar el expansionismo chino en la región del Indopacífico, y al Quad [Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, el foro formado por EE.UU., la India, Japón y Australia] como parte de esta estrategia geopolítica estadounidense en Asia. Por lo tanto, para los observadores estadounidenses, el acercamiento entre la India y China frustra esta estrategia y debilita la influencia de EE.UU. en sus relaciones con China ", puntualiza.

"Un poderoso frente geopolítico y económico" en contra de EE.UU.

La cumbre también brindó la oportunidad de un cara a cara entre Modi y el presidente de Rusia, Vladímir Putin. "La India ha dejado claro a EE.UU. que no cederá ante la presión de Trump para que deje de comprar petróleo a Rusia. Por lo tanto, Modi acudió a la reunión con Putin con una actitud firme y amistosa, tras haber demostrado que la India concede gran importancia a sus vínculos con Rusia en beneficio de su interés nacional y está dispuesta a pagar un precio por ello", asevera.

"Que Rusia y China se unan es una cosa, pero que Rusia, la India y China se unan no podía sino considerarse un fracaso aún mayor de la política estadounidense" , manifiesta el exdiplomático, y agrega que "la imagen de los tres líderes reunidos en un ambiente amistoso seguramente habrá generado el temor en algunos círculos estadounidenses […] de que EE.UU. corra el riesgo de consolidar un poderoso frente geopolítico y económico en su contra".

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