El jefe de Terapia Intensiva, Mauro García, advirtió que la pérdida de especialistas compromete la atención de miles de niños. Denunció precarización laboral, 245 renuncias y un futuro incierto tras el veto a la Ley de Emergencia Pediátrica.

El Hospital Garrahan atraviesa una crisis inédita que pone en riesgo la atención de miles de niños en todo el país. El Dr. Mauro García, jefe de Terapia Intensiva, expresó su preocupación y advirtió: “La fuga de profesionales puede desmantelar el hospital”.

Según explicó el médico, desde hace más de 18 meses los trabajadores perdieron poder adquisitivo y muchos decidieron abandonar el centro de salud. “Ayer contabilizamos 245 renuncias desde que comenzó el conflicto. En oncología, por ejemplo, había cinco puestos para ocupar y se ocupó uno solo. Este

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