El sistema institucional argentino encierra un reparto injusto y desigual de la representación política en desmedro de los sectores populares. Asombra lo poco que se habla de este tema.
Tomemos de ejemplo lo que pasó el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. La primera Sección electoral tenía habilitados para votar a más de 4.700.000 electores. El total de diputados de la Legislatura bonaerense es de 92 legisladores, de los cuales 15 le corresponden a la primera sección. Por otra parte, a la cuarta sección electoral le corresponden 14 diputados, pero los electores son 530.000. La desproporción es alevosa, en el primer caso cada diputado representa a 313.333 personas, en el segundo a 37.800. A la hora de la representación en diputados de la provincia los votos del conurbano valen