Durante la celebración de las fiestas patrias del 15 de septiembre, el platillo más emblemático es el pozole, el cual tiene una historia mucho más añeja a la independencia de México, incluso más atrás de la conquista española.

Algunos historiadores apuntan que el pozole era uno de los platillos ceremoniales predilectos del tlatoani Moctezuma , y para la preparación de este caldo, según las crónicas, se usaba carne de los prisioneros obtenidos por el ejército mexica.

El platillo formaba parte de la ofrenda al dios Xipe Tótec, señor de la fertilidad y la regeneración del maíz y la guerra.

Los aztecas no ingerían los restos de personas pertenecientes a su propio grupo, sino que reservaban esa práctica para sujetos ajenos a la comunidad, principalmente prisioneros de guerra o esclavos

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