En los últimos años se han producido una serie de avances en el cáncer de pulmón que abren una puerta a la esperanza a estos pacientes de la mano, en gran medida, de la llamada Medicina de Precisión. Nos referimos a aquella en la que se mira no solo el «nombre» del tumor, sino también el «apellido» para que, en los casos en los que se encuentren biomarcadores de mutaciones reconocidas, se pueda aplicar un tratamiento específicamente diseñado para ese tipo concreto de tumor.
Eso es precisamente lo que hace amivantamab (cuyo nombre comercial es Rybrevant y ha sido desarrollado por J&J), pues actúa frente al cáncer de pulmón no microcítico (CPNM, el más frecuente) avanzado con mutaciones EGFR, así como también para aquellos con EGFR/exón 20.
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