Nikolai Tesla (1856-1943) , todo un genio con suerte dispar, de quien Elon Musk tomó el nombre para sus coches eléctricos , decía que «si tu odio pudiera convertirse en electricidad, iluminaría a todo el mundo».

El pionero en la investigación y desarrollo, aunque muy en mantillas entonces, de la trasmisión de energía de forma inalámbrica, no conocía a los talibanes antinucleares . De haberlo hecho, los hubiera incluido en su aseveración.

Es evidente que si el odio de los fanáticos contra la energía nuclear pudiera transformarse en electricidad no es que pudieran iluminar a todo el mundo, sino a todo el Sistema Solar, sin exagerar.

España camina, con paso firme, hacia una especie de suicidio energético anunciado . Aelec (Asociación de Empresas de Energía Eléctrica), que preside M

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