“Cada cabeza es un mundo” es la frase que mejor describe lo que ocurrió este sábado en el oriente de la Ciudad de México, donde dos expresiones artísticas prácticamente opuestas coincidieron: el britpop de Oasis en el Estadio GNP y el corrido tumbado de Tito Double P en el Palacio de los Deportes .

El encuentro generacional comenzó desde los vagones del metro, donde miles de fanáticos se cruzaban rumbo a sus respectivos recintos.

El contraste era evidente: de un lado, los gorros de pescador y playeras azul cielo del Manchester City ; del otro, botas y sombreros vaqueros de quienes iban a ver a Tito. A pesar de la diferencia de estilos, cada grupo siguió su camino sin más problema que llegar a tiempo al concierto.

Ya en las sedes, la emoción era compartida. Los asistentes

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