Estadio Luna Park: repleto, luces bajas y aplausos que caían en cataratas desde cada rincón, anticipando la emoción que se viviría toda la noche. Era 1992 y Lolita Torres celebraba “50 años con el arte”. Vestida de blanco y con la sonrisa intacta, entró al escenario agradeciendo a su público, con la calidez que la había caracterizado durante toda su carrera. Fue una fiesta de la música argentina: la acompañaron Mercedes Sosa, Charly García, León Gieco, Antonio Tarragó Ros, Víctor Heredia, Ariel Ramírez, Jaime Torres, Patricia Sosa y Luis Landriscina, entre otros artistas.
Habían pasado cinco décadas desde que su nombre iluminaba marquesinas, desde que sus películas colmaban los cines de los barrios y sus discos se escuchaban en cada casa. Pero allí estaba, con esa mezcla de gracia, hum