“Ahora que he estado pensando y escribiendo acerca de novelas y cuentos, he estado prestando atención, sobre todo, a cosas que podríamos decir que les son ‘accesorias’ y no a las que llamaríamos cruciales. No he estado prestando atención a la trama, los personajes, el diálogo ni el conflicto, esos elementos formales de la ficción. Si acaso toco esos elementos, es a través de esos accesorios, como los animales, la relajación, la amistad o el yo”.
Estas pocas líneas sirven de presentación a Un caballo en la noche, libro de estilo elegante y austero y que Amina Cain denomina diario, aunque también le sientan otras denominaciones: cuaderno de lecturas, viñetas íntimas, ejercicios de escritura, etcétera.
En estos fragmentos sobre leer y escribir ficción, el lector se encontrará con la mención