¿Por qué razón un joven del antiguo Pago de la Magdalena, de una zona que hoy es Bartolomé Bavio, respondió al llamado de José de San Martín y se sumó a las fuerzas que reclutaba en la “Pampita” (hoy la porteña plaza San Martín) donde el Libertador adiestró al cuerpo de Granaderos, ya con vistas a la campaña de los Andes? ¿Sintió que la patria le reclamaba a todo criollo tener vocación de héroe?
Así que abandonó trabajo rural y se sumó a la gesta sanmartiniana. Lo comprobado es que Miguel de los Santos Cajaraville (1794-1852), a sus 18 años de edad, el 5 de abril de 1813 sentó plaza de cadete en el recién formado Regimiento de Granaderos a Caballos. Cabe recordar que un mes antes ese cuerpo había tenido su bautismo de fuego al derrotar a los españoles en las barrancas del Paraná, en la re