Pocas cosas hay más frustrantes que querer tomarte una cerveza fría y descubrir que todas están calientes. La solución rápida parece sencilla: meter la lata en el congelador y esperar unos minutos. Pero, ¿cuántos exactamente? Si se pasa, corre con el riesgo de que explote; si se queda corto, seguirá tibia.

Este dilema común tiene una respuesta más científica de lo que parece. Y no, no se trata de un truco casero, sino de un cálculo matemático que permite saber con bastante precisión cuánto tarda en enfriarse una cerveza. Así lo explica el ingeniero y divulgador David Gozalo, en su canal de YouTube, donde decidió poner números a esta cuestión cotidiana.

El punto de partida fue claro: una cerveza a 30 grados que queremos llevar a unos 2 grados, la temperatura en la que la mayoría consi

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