El avance de la inteligencia artificial en el ámbito educativo ha provocado una transformación tan profunda que, para muchos docentes de secundaria y universidad, asignar tareas escritas fuera del aula equivale a invitar a los estudiantes a recurrir a la trampa. Esta percepción, lejos de ser una exageración, se sustenta en datos recientes que muestran una adopción masiva de herramientas de IA por parte del alumnado, lo que ha llevado a una revisión radical de las prácticas tradicionales de enseñanza y evaluación.
Según el Higher Education Policy Institute , el 92% de los estudiantes utiliza herramientas de IA en sus estudios , una cifra que representa un salto considerable respecto al 66% registrado el año anterior. Más aún, el 88% de los estudiantes reconoce emplear IA generativ