LA HABANA. - La foto oficial de la llegada a Cuba de Miguel Díaz-Canel, elegido a dedo por Raúl Castro, tras su viaje a Vietnam, China y Laos, intentó transmitir una imagen distendida y optimista, porque como dicta el viejo refrán, “a mal tiempo, buena cara”.

Al pie de la escalerilla del Airbus rentado a la aerolínea española Plus Ultra (11.000 dólares cuesta la hora de vuelo), lo esperaban risueños sus compadres del Buró Político Manuel Marrero, cada vez más obeso, Roberto Morales Ojeda y Salvador Valdés Mesa.

Díaz-Canel, vestido con un pulóver negro estilo polo y un blazer beige, con una risa forzada se acercó a abrazar a Marrero. Una escena preparada, habitual en los países de ideología comunista donde al detalle se “fabrica” lo que se quiere vender. Parecía que Díaz-Canel llegaba de

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