BASKING RIDGE, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) — Después quejarse durante años de la “cultura de la cancelación” por parte de la izquierda, algunos conservadores ahora buscan trastocar la vida y la carrera de aquellos que criticaron a Charlie Kirk tras su muerte. Están atacando a empresas, educadores, medios de comunicación y rivales políticos, entre otros, que consideran que promueven el discurso de odio.
Funcionarios y demás derechistas han emprendido una campaña apenas días después del asesinato del activista conservador, para despedir o castigar a maestros, un empleado de Office Depot, trabajadores del gobierno, un analista de televisión.
El Secretario de Transporte Sean Duffy publicó la semana pasada que American Airlines había suspendido a pilotos que, según él, estaban celebrando el ase