Un día de lluvia terminó convirtiéndose en una historia de empatía y solidaridad en el Hospital San Juan de Dios de Armenia. El pasado 31 de julio, un perrito en evidente estado de abandono ingresó a los pasillos del centro asistencial en busca de refugio y, desde entonces, se ha convertido en parte de la familia hospitalaria.

Bautizado como Ziau, el animal fue recibido con cuidado y afecto por los funcionarios del hospital, quienes lo bañaron, alimentaron y le ofrecieron un espacio donde sentirse seguro. Hoy, su presencia es parte de la rutina diaria: acompaña a los vigilantes en sus rondas, recibe caricias de pacientes y familiares, y es saludado con alegría por médicos, enfermeras y personal administrativo.

Desde la institución destacaron que Ziau se ha transformado en un símbolo de h

See Full Page