El 24 de julio de 2013, España se estremecía con una terrible noticia: un tren Alvia descarrilaba en la curva de A Grandeira, en Angrois , a solo cuatro kilómetros de Santiago de Compostela. El siniestro dejó 80 fallecidos y 144 heridos entre los 224 ocupantes del convoy, convirtiéndose en una de las tragedias ferroviarias más graves de la historia de este país.

Las imágenes que captaron las cámaras de seguridad impactaron a la sociedad española y marcaron nuestra memoria colectiva. Así lo reflejan los informativos de atresmedia que rescata Salvados de la hemeroteca en este reportaje. Ese mismo día, la atención se centró de inmediato en el maquinista, Francisco (Paco) Garzón , que pasó a ser señalado como principal responsable del siniestro rápidamente y sin investigación previa.

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