Cuando Podemos estaba en plena ascensión y amenazaba la hegemonía del PSOE en el espacio de la izquierda, Pedro Sánchez decidió combatir a esa fuerza con sus mismas armas y se presentó muchas veces como un contestatario presionado por el establishment económico y político. Luego captó que la mejor manera de neutralizar a los morados era abrazar a Pablo Iglesias y apropiarse de medidas populares impulsadas desde su izquierda. La estrategia del PSOE hoy es subrayar todo aquello que ahonde el foso con el bloque de la derecha y sobre todo que incomode al PP y le obligue a acercarse a Vox . Así, a la vuelta de las vacaciones, Sánchez situó el cambio climático en su agenda mediática a raíz de los incendios, siguió con la masacre de Gaza y la Moncloa ya prepara los actos para conmemorar el 50.º
La tentación de polarizar, por Lola García

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