El 1 de septiembre de 1939, Adolfo Hitler invadió Polonia, y quedó inaugurada, oficialmente, la II Guerra Mundial. El psicópata que manda en Rusia, Vladimir Putin, ha elegido también el mes de septiembre -ochenta y seis años después- para hacer un amago, ensayo o prueba, de invadir Polonia, después de haber invadido Ucrania. No creo que sea casual.

Ya decía Woody Allen, en una de sus películas, interpretándose a sí mismo: “Cada vez que escucho a Wagner, me entran ganas de invadir Polonia”. No creo que a Putin le guste Wagner, porque parece que le gusta más el rotundo sonido de los cohetes balísticos de guerra que los timbales de una orquesta sinfónica. Además, hay que escucharlos en un recinto cerrado, mientras un dron, en el interior de una sala conciertos, tiene escasas posibilidades de

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