La Vuelta a España no pudo celebrar el podio final de la prueba en la madrileña Plaza de Cibeles como consecuencia de los altercados que impidieron que los ciclistas entrasen al centro de Madrid este domingo, en la última etapa.
Varios grupos de manifestantes propalestinos se enfrentaron a los agentes de policía presentes en diversos puntos del trazado por algunas de las principales arterias de la ciudad, y lograron irrumpir en el recorrido, por lo que la organización decidió, por seguridad, que el pelotón se quedara en los Jardines del Palacio Real, cuando quedaban 57 kilómetros para la llegada a la línea de meta, escoltados por las fuerzas de seguridad.
Con tales circunstancias, la ceremonia también se canceló, lo que no impidió que varios equipos se organizaran a primera hora de la no