La sequía de los últimos meses en la cuenca de los ríos Limay y Neuquén dejó números por demás preocupantes no solo en los caudales de esos cursos de agua, sino también en la situación de los lagos y los cerros cordilleranos de los que se nutren.
Así se desprende de un estudio realizado por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) al que tuvo acceso Diario RÍO NEGRO.
El relevamiento analizó las cifras de acumulación de agua, lluvia y nieve, y las comparó con las medias históricas de la región , arrojando en casi todos los casos un balance negativo para la temporada invernal que se acerca a su fin.
Desde la misma entidad, días atrás, habían indicado que buena parte de la explicación pasaba por la zona alta de la cuenca, donde el trimestre que va a de junio a agosto -el q