Carlos Narváez , el receptor venezolano, dejó claro que Boston no se rendiría tan fácil: un jonrón en solitario que encendió la chispa de una primera entrada explosiva.

Mientras la pelota desaparecía en las gradas, Will Warren, lanzador de Nueva York, intentaba recomponerse. Pero los bateadores locales no dieron tregua. "Sabíamos que teníamos que responder después de dos derrotas. Esto es una guerra por el comodín " , comentaría después Narváez, quien terminó la noche con 4-1 en el plato.

Del otro lado, Garrett Crochet se convirtió en el muro que los Yankees no pudieron derribar. El zurdo igualó su récord personal de la temporada con 12 ponches , dominando con fastballs que rozaban las 98 mph y sliders que dejaron bateadores bailando. Aunque Aaron Judge logró conectar su cua

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