El estímulo de ganar por primera vez el torneo en su historia, donde el mejor logro hasta la fecha era la plata como anfitriones en el 2001, hizo que los turcos salieran desatados. Fluidos en el lanzamiento exterior, deseosos de intentar marcar el ritmo del partido, saltaron a escena con un parcial de 13-2 elaborado por tres de sus puntales; Shane Larkin, Cedi Osman y Alperen Sengun. No se intimidó un rival que tiene por costumbre no perder la calma en ninguna situación, virtud que acompaña a los que, con motivos suficientes, confían mucho en sí mismos. Por ello no tardó demasiado en equilibrar el marcador gracias a Isaac Bonga, secundario de lujo que llegó con el botiquín para suturar la herida con siete puntos seguidos dentro de un parcial de 1-12. Sin nadie capaz de despegarse, a pesar
Mumbrú lleva a Alemania hasta el título europeo

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