Redacción deportes, 15 sep (EFE).- Alemania conquistó por segunda vez en su historia el Eurobasket, subida a una ola de éxito que ya dura varios años y que demuestra que en un baloncesto europeo donde las estrellas individuales brillan más que nunca, aún hay espacio para el triunfo del colectivo.
El cuadro germano, que dominó el mundo en el año 2023, tiene grandes nombres, pero no quizás los mejores o uno sobre el que levantar todo un proyecto. Tampoco lo ha necesitado para instaurar una idea de juego que trasciende entrenadores -Álex Mumbrú se estrenaba en detrimento de Gordon Herbert- y le permite controlar los partidos y ser capaces de sobrevivir a cualquier tipo de escenario o de ‘superhéroe’ que se les ponga delante.
Si bien siempre es osado comparar épocas, los alemanes pueden pres