La crisis en Machu Picchu persiste debido a un paro indefinido que afecta el transporte turístico hacia la famosa ciudadela inca. En un encuentro reciente en Lima, la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, junto a autoridades locales y gremios turísticos, alcanzaron cinco acuerdos para intentar resolver esta situación. Las medidas se implementarán entre mañana y el 19 de septiembre, y requieren la colaboración de empresas de transporte, municipalidades y el Gobierno Central.
El conflicto se originó por la resistencia de la empresa Consettur a ceder la operación del transporte turístico. Para abordar este problema, se acordó convocar a Consettur y a la empresa San Antonio de Torontoy para discutir temas de transporte y seguridad de los turistas. Además, la Municipalidad Provincial de Urubamba se encargará de informar sobre el cronograma del proceso de licitación para el servicio de transporte hacia Machu Picchu.
El gobernador de Cusco, Werner Salcedo, propuso que se analicen los temas relacionados con la gestión de Machu Picchu y el Valle Sagrado en un espacio multisectorial que incluya al Ejecutivo, gobiernos locales, gremios y la sociedad civil. También se anunció la creación de una mesa de trabajo a partir del 19 de septiembre para facilitar la transición en el sistema de transporte turístico.
El Mincetur, por su parte, contará con el apoyo del Ministerio del Interior para aumentar la presencia de agentes de la Policía Nacional en la zona, pasando de 100 a 160. La ministra León aseguró que el Ministerio del Interior continuará apoyando la seguridad en la municipalidad provincial.
Sin embargo, la reunión no estuvo exenta de tensiones. El gobernador Salcedo abandonó el encuentro, expresando que el Ejecutivo “prefiere concentrarse en un chicharrón y no en Machu Picchu”. La ministra León respondió que el Gobierno Regional no tiene competencias en este asunto y que el gobernador trajo una agenda distinta a la que se discutía.
En otro contexto, más de dos mil turistas quedaron varados en Aguas Calientes debido al bloqueo de la línea férrea entre Ollantaytambo y Machu Picchu. Muchos de ellos pasaron la noche en la calle, enfrentando el frío y la falta de alimentos. Los manifestantes, que se enfrentaron a la Policía, dieron una tregua para permitir la evacuación de los turistas. La situación ha llevado a la organización New7Wonders a considerar retirar a Machu Picchu de la lista de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.