Donald Trump ha regresado al Reino Unido en su segunda visita de Estado como presidente de Estados Unidos, recibido con toda la pompa y la ceremonia correspondientes en el Castillo de Windsor por el rey Carlos III . El viaje busca reafirmar la relación especial entre Londres y Washington en un contexto internacional complejo, pero la solemnidad de los fastos ha quedado atravesada por un eco incómodo: el recuerdo de Jeffrey Epstein .El nombre del magnate, fallecido en prisión en 2019 mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores, vuelve a proyectarse, esta vez literalmente, sobre los muros del castillo. Y es que el martes por la noche, tras la llegada de Trump al país, un grupo de activistas proyectó imágenes en una de sus torres del presidente junto a Epstein, recortes de prensa s

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