Cada 15 de septiembre muchos en Ciudad Juárez sacan la bandera, se pintan de verde, blanco y rojo, van a dar el Grito de Independencia y se lanzan a la fiesta con la música a todo volumen. Esa noche gritan “¡Viva México!”, pero al día siguiente guardan la bandera y continúan con sus mismas malas prácticas: pasarse los semáforos, tirar basura en la calle, evadir impuestos o mirar con indiferencia los problemas sociales. Ese no es patriota, es patriotero: alguien que se pone la camiseta del país solo por un día, y los otros 364 se le olvida.
Los patrioteros abundan en distintos espacios. Están los patrones que explotan a sus trabajadores mientras se llenan la boca hablando de “orgullo mexicano”. Están los empresarios que lucran con la gente sin asumir ninguna responsabilidad social. Y, por