Las várices representan una afección común que no solo afecta a la población general, sino también a los deportistas. Aunque la actividad física regular mejora la circulación sanguínea, ciertos deportes pueden incrementar el riesgo de desarrollar várices. Por ello, es esencial que los atletas adopten medidas preventivas para mantener la salud de sus piernas.
Las várices no solo representan un problema estético, sino que también pueden afectar el rendimiento deportivo. La insuficiencia venosa puede manifestarse con síntomas como dolor, hinchazón, pesadez y calambres en las piernas, lo que puede limitar la capacidad de entrenamiento y competición de los atletas. Además, la acumulación de sangre y la inflamación pueden disminuir la eficiencia muscular, afectando negativamente la resistencia