Las olas de calor entre los pasados meses de junio y agosto en Europa fueron responsables del 68 % de los decesos ligados al incremento de las temperaturas y añadieron al menos 16.500 muertes adicionales al total de 24.000 fallecimientos registrados.
Es la principal conclusión de un estudio publicado hoy por el Imperial College de Londres y la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en colaboración con científicos del Instituto Meteorológico Real de Países Bajos y las universidades de Copenhague y de Berna (Suiza), si bien los investigadores han trabajado con datos de 854 ciudades que representan sólo el 30 % de la población europea.
Los autores consideran que ese exceso de mortalidad se debe a un incremento medio de las temperaturas de 2,2 grados centígrados este verano, con picos