La mañana en Perros de la calle (Urbana Play) se transformó en un espacio cargado de sensibilidad. Andy Kusnetzoff , acostumbrado a manejar la dinámica del programa con humor y cercanía, dejó entrever un costado vulnerable al compartir el aire con un oyente que relató su difícil presente económico. Y fue en ese marco en el que no pudo contener sus lágrimas y se quebró.
El testimonio de Leandro, un hombre desempleado , funcionó como detonante. Su relato no solo reflejó la crisis que golpea a miles de familias argentinas, sino que también hizo eco en el propio conductor, que no pudo contener las lágrimas. Kusnetzoff admitió que la intención de la charla era mostrar la realidad sin filtros , y lo logró: la emoción desbordó lo radial y se convirtió en un momento de fuerte impact