Quien no haya visto el partido y observe las estadísticas creerá que el gol de Van Dijk , cuando el partido agonizaba, es lo que ha privado al Atlético de sacar algo positivo de Anfield . Aunque a los de Simeone, en realidad, se les escapó nada más empezar cuando encajaron dos goles en apenas seis minutos. Uno de rebote y otro por inercia y por shock , porque el escenario también juega. Anfield, con el Liverpool en modo vendaval y tras haber encajado ya un golpe al mentón.
De eso se puede levantar ante otro rival y en otra competición, no cuando suenan los acordes de la Champions en una de las plazas por antonomasia de la competición. El partido rezumaba a goleada cuando el reloj apenas señalaba diez minutos. Martillo local, poca resistencia visitante. Este Liverpool tiene hechu