
“Hay que vetar a Milei”, decía por lo alto uno de los carteles de la multitudinaria marcha nacional en defensa de la educación y la salud públicas frente al Congreso, en el centro de Buenos Aires. Dentro del recinto de la Cámara de Diputados, la oposición ha logrado el rechazo a dos vetos presidenciales al aumento de fondos del Estado para universidades públicas y para el Hospital Garrahan, una referencia en pediatría en Argentina y Latinoamérica.
La enorme marcha –la tercera desde que asumió la Presidencia Javier Milei en diciembre de 2023- que han protagonizado estudiantes, docentes universitarios, médicos, jubilados y sindicatos de la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) ha sido una demostración de fuerza en las calles para sostener, entre otras, la ley de financiamiento universitario. La norma prevé una mejora salarial para docentes y empleados de universidades públicas, así como una actualización de los fondos destinados a infraestructura y becas para estudiantes. Según estima el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), desde diciembre de 2023, el presupuesto del sector sufrió una caída real del 30%, mientras que los sueldos de los profesores perdieron un 40% de su poder adquisitivo.
La oposición en Diputados logró reunir 174 votos a favor de ratificar la ley frente a 67 votos en contra y dos abstenciones. En el caso de la emergencia pediátrica, hubo 181 votos a favor de mantenerla y 60 en contra. Días atrás, el Presidente ultra había vetado la ley de emergencia a los hospitales pediátricos dependientes del Estado nacional, con epicentro en el Hospital Garrahan.
Gustavo Samudia, técnico en laboratorio desde hace 15 años en el Hospital Garrahan cobra casi lo mismo desde que asumió Milei, afirma a elDiario.es. “El veto se revierte y eso es importante, pero acá tenemos el antecedente discapacidad, que ya se tiró abajo el veto y sin embargo, los trabajadores siguen sin cobrar una moneda en lo que es discapacidad, tenemos miedo de seguir por el mismo camino, porque el Gobierno nacional no cumple con lo que tiene que cumplir, que es con la ley”.
“Alta coimera, Karina alta coimera”, cantaban eufóricos los manifestantes con la melodía de la popular canción Guantanamera y que se volvió un hit en Argentina. El tema alude a Karina Milei y el escándalo de sobornos (coimas) revelado sobre la Agencia Nacional de Discapacidad y que involucra a la hermana del Presidente, según la filtración de unos audios del extitular de la agencia, Diego Spagnuolo.
Golpeado por el revés electoral en los recientes comicios legislativos en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno ultra presentó este lunes un proyecto de presupuesto para 2026 en el que prometió aumento para salud, educación y jubilaciones, tres áreas en las que ha mantenido recortes y vetos desde que asumió al frente del Ejecutivo. Sin embargo, esa promesa no recompone a los sectores más afectados por la motosierra al gasto público.
Samudia dice al respecto: “Estamos hablando de alguien (Milei) que nos viene mintiendo y basureando desde que asumió el gobierno. Los números son mentirosos porque está diciendo que va a aumentar un 17% para el año que viene. Nosotros ya perdimos más del 40 % del poder adquisitivo desde hace casi dos años, vamos a seguir perdiendo mes a mes hasta el 2026,, ya que la inflación es del 2% mensual. .Tuvimos aumentos de 0,5 y 0,8 %, o sea, la nada misma. Lo que cobramos en diciembre de 2023 es prácticamente lo que cobramos ahora”.
Las dos leyes aprobadas en el Congreso son producto del consenso alcanzado por la sociedad a favor de la salud y la educación públicas, han sostenido desde las centrales sindicales. Junto a los sindicatos marcharon ciudadanos de a pie. Como Jorge Chávez, quien sostiene a elDiario.es que la universidad pública y gratuita de Argentina es una marca insignia del país. “Vivo en Buenos Aires hace diez años. Soy psicólogo graduado en Colombia y vine aquí a hacer una especialización en discapacidad. Estoy apoyando todas las manifestaciones, defendiendo el trabajo mío y de todos. Muchos compatriotas vienen a estudiar acá a la universidad pública gratuita que no tienen otros países, lamentablemente. Trabajo por mi cuenta, entonces, les cobro a las obras sociales y, bueno, ese es mi trabajo, con un ingreso atrasado por casi dos años. Aunque nosotros, estamos a salvo del veto (porque el Congreso mantuvo la ley de emergencia para discapacidad), hay que esperar a ver qué pasa, porque nosotros seguimos facturando lo mismo. Me cuesta llegar a fin de mes. Si quiero pensar en seguir con mis estudios, si quiero pensar seguir aumentando mis conocimientos cuesta, y eso es lo importante. Si no me voy quedando atrás, no tengo cómo darles herramientas a mis pacientes, que son personas con discapacidad”.
Para rechazar los vetos de Milei e insistir con las leyes, la oposición necesita conseguir mayorías de dos tercios de los legisladores presentes en ambas cámaras. Ahora la pulseada se trasladará al Senado.