En el inabarcable universo de las redes sociales, la muerte del influencer ultraconservador Charlie Kirk , asesinado de un tiro en el cuello durante una charla en un campus universitario en Utah, dejó una estela de comentarios a favor y en contra, como era de esperar ante una figura altamente polarizante.

Kirk, uno de los artífices de la llegada de Trump a un segundo mandato, arrojaba como anzuelo entre los jóvenes votantes frases a favor de la portación de armas o en contra del aborto. Nada nuevo en la aldea trumpista. También lanzaba diatribas contra las personas transgénero o difundía información falsa sobre el COVID-19. Tampoco nada nuevo.

Pero Kirk, fundador de Turning Point USA —una organización estadounidense que aboga por políticas conservadoras dirigidas a estudiantes de

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