En Anfield, el duelo entre Liverpool y Atlético de Madrid se convirtió en un clásico instantáneo. Los Reds, que parecían tener el partido controlado con goles de Robertson y Salah en los primeros minutos, vieron cómo Marcos Llorente -ese fantasma que ya los eliminó en 2020- apareció otra vez para empatar el encuentro. Pero Virgil van Dijk , el gigante holandés, tuvo la última palabra con un cabezazo en el minuto 92 que desató el éxtasis local y la furia de Diego Simeone , quien terminó expulsado tras un altercado con la hinchada.

"Estos partidos te recuerdan por qué el fútbol es el deporte más emocionante del mundo" , comentaban los aficionados al salir del estadio, donde se vivió una atmósfera electrizante hasta el último segundo.

En otros escenarios:

PSG mostró su poderío c

See Full Page