El avance tecnológico trae consigo nuevas modalidades de fraude digital, entre ellas el smishing, una forma de ciberataque que ha crecido notablemente en los últimos meses. Esta estafa se basa en el envío de mensajes de texto (SMS) que buscan engañar a los usuarios para obtener acceso a su información personal, contraseñas e incluso cuentas bancarias.
El término smishing surge de la combinación entre SMS y phishing, y describe una estrategia que se aprovecha de la confianza que aún generan los mensajes de texto en los usuarios para vulnerar su seguridad. Los delincuentes envían SMS aparentando ser entidades legítimas, como bancos, empresas de envíos, organismos públicos o servicios de streaming, incluyendo un enlace o un número telefónico.
Cuando el destinatario interactúa con el mensaje