En enero de este año Instituto confirmó un regreso que, en los papeles, prometía cierta solidez y experiencia. El de Leonel Mosevich. Por entonces, Pedro Troglio era el entrenador y en medio de los amistosos que la Gloria realizaba en Uruguay levantó la voz: necesitaba un zaguero.
El manager Federico Bessone tomó la posta y concretó la vuelta del central, que ya había vestido la camiseta albirroja en 2023, ese año inolvidable que significó el retorno del club a la elite del fútbol argentino.
La carrera de Mosevich se había escrito en diferentes escenarios. En Chile, con O’Higgins. En Patronato, en la Liga Profesional. En Portugal, con Vizela y Nacional. Y también en Suiza, con el Saint Gallen.
La vuelta a Alta Córdoba pintaba como una nueva etapa de estabilidad. Pero el fútbol, como tan