No fue como lo había soñado River. Ni por asomo. Sabía que el rival no iba a serle fácil, pero la expectativa era mayor. Por eso la derrota, clara, por 2-1 a manos de Palmeiras dolió en Núñez. Sin embargo, el descuento del final con el zapatazo que se desvió de Lucas Martínez Quarta, dejó abierta la serie para la revancha de la semana que viene en Brasil.

Cinco minutos. Ese fue el tiempo que tardó Palmeiras en mostrar su poderío. En ese momento dio el primer golpe el equipo brasileño. Un córner, un remolino. Y la aparición brutal de Gustavo Gómez para abrir la cuenta de cabeza. El Monumental no esperaba un comienzo así…

Estaba claro que el conjunto brasileño iba a ser un huso duro. Pero el Muñeco Gallardo y los suyos, otra vez con esa línea de defensiva integrada por tres zagueros centra

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