Un evento histórico como el sismo del 19 de septiembre de 1985 no es algo que el tiempo pueda borrar. A 40 años de aquél día, el siniestro perdura en la memoria de quienes atestiguaron sus efectos en primera línea. Aquella tragedia abrió paso no solo a la solidaridad ciudadana y trabajos de Protección Civil, sino a la formación de los Topos de Tlatelolco, brigada de rescate en estructuras colapsadas.
Ingeniero de formación, Mario Luna se sumó como integrante de la Brigada de Rescate Topos Tlatelolco años después de participar como civil en labores de búsqueda en 1985, impulsado por su gusto por la escala y el rápel, que ahora practica en sus misiones.
“La población se juntó en distintas partes de la ciudad donde había derrumbes, empezamos a ayudar sin saber nada de protección civil. En l