Tamara Tenenbaum (1989). Foto: Cortesía Sergio Hernández/ Hay Festival Querétaro

El planteamiento que la escritora británica Virginia Woolf (1882-1941) hace en su famoso ensayo Una habitación propia (1929), en el que concluye que una mujer debe tener su propio espacio y autonomía económica para poder escribir, sigue vigente, “aunque ahora se aplica a todos”.

La narradora argentina Tamara Tenenbaum (1989) toma como punto de partida las reflexiones de Woolf y propone una relectura que involucra no sólo a las mujeres, sino también a los hombres, y no sólo a los creadores, sino a la población con diversos oficios.

En Un millón de cuartos propios (Paidós), la también dramaturga y periodista hurga en la desigualdad de la sociedad contemporánea, en la precariedad salarial, en los altos cos

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