Muy lejos han quedado los tiempos en que las tecnológicas estadounidenses mantenían una feroz competición entre ellas. Con la amenaza de China , que robustece a pasos agigantados su industria de fabricación de chips, las empresas norteamericanas han resuelto tender puentes para crear un puente común. En esta estrategia, auspiciada en gran medida por la administración Trump, se enmarca el anuncio de que Nvidia va a invertir 5.000 millones de dólares en Intel , una de las compañías pioneras en la industria tecnológica estadounidense y uno de sus rivales en el mercado nacional, con una compra masiva a 23,28 dólares por acción.
La compañía presidida por Jensen Huang controlará aproximadamente el 4% de Intel, y esta utilizará la tecnología gráfica de Nvidia en sus próximos chips