(Extracto del Libro Rancagua en La Historia de Héctor González Valenzuela)
Pronto comenzaron a llegar a Rancagua, por diversos conductos, las más sorprendentes noticias de los graves acontecimientos que se estaban desarrollando en la capital del Reino.
El Gobernador hispano García Carrasco había sido obligado a renunciar, sucediéndole el anciano y respetado Conde de la Conquista don Mateo de Toro y Zambrano, personaje muy conocido en Rancagua porque sus grandes posesiones (la antigua Hacienda de La Compañía de los Jesuitas) llegaban hasta los límites mismos del pueblo.
Durante dos meses se notaron en la villa signos evidentes de que algo grande se estaba preparando.
Emisarios secretos venidos de Santiago sostuvieron misteriosas entrevistas con algunos de los más connotados y pudientes