La ONU señaló que los trabajadores humanitarios siguen librando una "carrera contra el tiempo" para retirar escombros y reconstruir después del devastador terremoto que sacudió el este de Afganistán el mes pasado y que mató al menos a 2.200 personas, además de aislar áreas remotas.
El terremoto de magnitud 6,0 del 31 de agosto fue superficial y destruyó o causó extensos a edificios de poca altura en la región montañosa. Ocurrió tarde en la noche, y las casas —principalmente hechas de barro, madera o rocas— colapsaron instantáneamente, convirtiéndose en trampas mortales.
Los datos satelitales muestran que aún quedan por despejar alrededor de 40.500 cargas de camión de escombros de las áreas afectadas en varias provincias, dijo el miércoles el Programa de las Naciones Unidas para el Desarr