CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— Para escribir “La muerte ajena”, la argentina Claudia Piñeiro conversó con jueces y periodistas de su país sobre casos de supuestas “agencias de modelos” que, en realidad, ofrecían los servicios de chicas escort (de compañía) a “hombres poderosos”, quienes las “manipulan” con fines sexuales y hasta políticos, entramado que deshebra la periodista Verónica Balda, protagonista de la novela.

“Hombres poderosos, en lo económico y político, utilizan a estas chicas no solo sexualmente, las utilizan para espiar a otros políticos. Ellos ponen a estas chicas en las listas de concejales —porque necesitan un porcentaje de mujeres— para luego manipularlas”, explica a EFE la autora, en referencia a la ultraderecha de su país.

En su visita a México —territorio donde asesinan a

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