Yla pregunta es buena, no crea que no. En un mundo donde ya sobran papeles y faltan árboles, donde cada quien grita su verdad desde una azotea digital, ¿qué falta hace otra voz más metiendo su cuchara? ¿Para qué abrir otro changarro de palabras en una calle que ya está llena de ellos?
La respuesta corta es: no sé. A lo mejor no hace falta.
La respuesta larga es la razón de ser de este rinconcito que hoy arranca sin numerar. Es la columna cero.
Vivimos ahogados en gente muy seria. Hombres serios de traje oscuro que nos explican la economía con gráficos que nadie entiende. Analistas serios de ceño fruncido que debaten el futuro del país, del estado y de la ciudad usando un lenguaje que parece diseñado para espantar a los mortales. La seriedad se ha vuelto un disfraz de la inteligencia, un