Hace poco más de un siglo, los estudiantes universitarios del Perú no solo asistían a clases: escribían historia. Víctor Raúl Haya de la Torre y su generación marcharon hombro a hombro con los obreros para arrancarle al poder la jornada laboral de ocho horas. Desde entonces, cada vez que la nación estuvo al borde del abismo, la juventud universitaria salió a la calle a recordarle al país que todavía había rebeldía en las aulas. Su voz fue, durante décadas, la alarma moral de la República.
Uno de los últimos destellos de ese protagonismo juvenil se dio en 1997, cuando las universidades más importantes del país se levantaron contra el régimen de Alberto Fujimori. Vestidos con polos blancos, los estudiantes de San Marcos, Católica, de Lima, Agraria, Ingeniería, Pacífico, la Cantuta, Villarre