Fue a la madrugada, en un hospital de Vicente López. San Pedro lo vio venir, caminando despacio. Lo relojeó de arriba a abajo. El pelo largo, la barba canosa, la cara seria como siempre. Le pidió el Boletín de Calificaciones . Lo revisó. Ningún aplazo. Ni siquiera un 4 o un 5. Todas las notas de la Vida de 8 para arriba. Tuvo que disculparse: “Perdone, Maestro, va a tener que quedarse., ¿Sabe que pasa?...Dios se tomó una semana de vacaciones” . Y eso nos preguntamos, ¿donde estaba Dios cuando te fuiste, Walter Saavedra?
Poeta, narrador, recitador pero, sobre todo, relator de fútbol. De los mejores. “Cantame, cantame Walter, cantame un gol” . Y el tipo lo cantaba como nadie. En la cancha, porque se resistía a transmitir viendo el partido desde la tele. “Eso es como hacer karaoke