Los viajes largos en avión pueden resultar tediosos y hasta angustiantes para muchas personas, debido al tiempo prolongado que deben pasar en un espacio reducido, con movilidad limitada y con muy bajas opciones para respirar un aire diferente.
El hecho de permanecer sentado durante muchas horas puede generar incomodidad y dolores físicos, especialmente en aquellos vuelos en los que el espacio entre asientos es muy pequeño y restringido.
Además, factores como el ruido constante del motor, la falta de sueño, y la presión atmosférica dentro de la cabina pueden provocar afecciones como fatiga , dolor de cabeza o malestar general, generando una experiencia negativa del viaje.
Para algunos viajeros, la monotonía y la sensación de encierro también causan molestia e incomodidad, pues si bien