Coincido con el empresario Bernat Quetglas , que ha regresado hace poco de Cuba , y le pregunto por cómo van las cosas por allí. Él, sin embargo, me cambia de tercio.
— Tu saps qui és en Pep Ribes ‘es mallorquí’?
— Ni idea.
— Idò va ser es darrer pirata d’El Caribe.
Vaya descubrimiento , que nos trae Bernat de Cuba. Situémonos, estamos a finales del siglo XVIII . En Pep Ribes tenía 16 años cuando desembarcó en La Habana . Se afincó en el Surgidero de Batabanó , un puerto pesquero de mallorquines e ibicencos.
Era un tipo inteligente, en Pep, y descubrió que el negocio no estaba en la pesca, sino en desplumar barcos españoles . Con su amigo Andreu se fue a vivir a la Isla de los Pinos , un lugar defendido por cayos e islotes. Ambos daban los golpes y huían en una