Muerte por asfixia y traumatismos contusos en la parte superior de su cuerpo, fruto de violencia física previa a la muerte . Eso es lo que dice, oficialmente, la autopsia de Matilde Muñoz, la mujer que desapareció en Lombok durante casi dos meses y apareció enterrada en una playa indonesia con claros signos de haber sido asesinada.
Un crimen que se habría producido el pasado 2 de julio, aunque no fue hasta el 30 de agosto cuando se localizó su cuerpo sin vida escondido en la arena de Sengiggi, muy cerca de donde la mujer se alojaba y vivía desde hacía un tiempo. Tanto su localización, como la aparición del cadáver o incluso los resultados de la autopsia se han ralentizado provocando un gran sufrimiento a la familia, que ha tratado de tocar todas las puertas para pedir dignidad y