Aunque los Dolphins lograron anotar primero —algo que no habían conseguido en todo el año—, su ventaja duró menos que un suspiro. "Parecía que teníamos control, pero los errores nos persiguieron otra vez" , admitió después un jugador de Miami que prefirió no dar su nombre. Los números no mienten: tres salidas de tres jugadas consecutivas tras ese primer touchdown y una defensiva que se desmoronó cuando más se necesitaba.
Josh Allen volvió a ser la pesadilla de Miami. El mariscal de campo de Buffalo completó 22 de 28 pases para 213 yardas y tres touchdowns, consolidando su récord personal de 14-2 contra los Dolphins. Pero la jugada definitiva no la hizo él, sino el linebacker Terrel Bernard , quien interceptó un pase clave de Tua Tagovailoa cuando Miami amenazaba a solo 21 yardas de